________Cuaderno Ð Madrona____ |
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Más Ð Madrona
La Sima de Madrona, en versión científica
La Sima, de nuevo.
La Sima es el relato inicial de la serie Rutas Sentimentales.
Es uno de los iconos de nuestro paisaje y posee un largo historial de servicio a caminantes y trabajadores que desde siglos han acudido a saciar su sed con esas aguas viajeras llegadas desde lugares inverosímiles a través de las grutas que las manan y ocultan.
La Sima nunca se secaba y su generosidad siempre fue aquí muy agradecida.
Desde hace unos años en verano deja de correr porque una multiplicidad de sondeos, aprovechamientos y perforaciones le roban sus aguas.
Aun así, los misterios que envuelven a este pequeño accidente
orográfico permanecen.
Uno de ellos gira alrededor de la incógnita sobre las cavernas que existen antes y después del afloramiento de las aguas.
Éstas se intuyen a simple vista pero en ningún caso dejan atisbarr lo que se oculta detrás.
Una de estas cavernas, por la que sale la corriente de agua, fue tapada con bloques de piedra como medida de prevención, lo que añade más intriga, puesto que nadie nos ha contado algo de esta gruta tal como es, sin ese muro que la oculta.
Sin embargo, al día de hoy, este misterio ya ha sido tocado por la luz
de la ciencia, y puede que se desvanezca un poco si atendemos a un trabajo científico
de D. David Gómez Ortiz y D. Tomás Martín Crespo, geólogos
y profesores de de la Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid, junto con el entonces
su alumno, D. Marcos Felipe Maganto González, y publicado parcialmente
en Geogaceta (Geogaceta, 46 (2009), 35-38
ISSN: 0213683X), titulado: Aplicación conjunta de Georradar y Tomografía
eléctrica para la evaluación del riesgo de colapso en la Sima
de Madrona (Segovia).
He contactado con estos profesores con el fin de solicitarles permiso para incluir y utilizar aquí partes de su informe sobre La Sima y he recibido una respuesta afirmativa, entusiasta, amable y colaboradora.
Es una de las recompensas que tiene esta actividad y desde aquí les reitero mi aprecio y gratitud.
Les preguntaba a los dos profesores el motivo de investigar esta humilde sima con tecnología tan avanzada y especialistas tan cualificados y su respuesta textual es la que sigue en cursiva:
Respecto al origen de esta investigación, surge a partir de una conversación con un amigo y compañero de profesión Andrés Díez Herrero. Es un apasionado geólogo segoviano que trabaja en el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), en su sede de Madrid, y que ha escrito algunos libros científicos y de divulgación sobre geología y geomorfología de la provincia de Segovia. Nos comentó que un grupo de espeleología entró en la galería karstica para averiguar su longitud y desarrollo. Nos pareció interesante comprobar estos datos, así como su posible desarrollo hacia el SE, bajo la carretera, con Georadar y Tomografía Eléctrica.
En esta web (www.geologiadesegovia.info/a-todo-riesgo/) encontrará mucha
información sobre los riesgos geológicos en Segovia, y datos sobre
una excursión que suele organizar el IGME en la Semana de la Ciencia,
y en la que antes se paraba en la Sima, aunque en los últimos años
creo que no. Los que sí vamos todos los años a mostrar la Sima
de Madrona a los alumnos de 3º de Ciencias Ambientales somos nosotros.
He incluido la web que nombran en la página de enlaces.
Este trabajo se apoya en la utilización de tecnologías avanzadas para conocer, mediante prospecciones, todo aquello que tenga significado o importancia geológica. Lo sorprendente de estas técnicas de prospección, el georadar y la tomografía eléctrica, es que no es necesario cavar ni remover las capas superiores del terreno.
Cuatro de sus páginas son de fácil lectura y están incluidas en la revista Geogaceta, de la Sociedad Geológica de España y es de libre acceso en su página web, cuyo enlace es el que sigue. El informe completo se puede leer, en inglés, en la revista Engineering Geology, y sus derechos, pertenecen a su editorial: Elsevier.
Sin embargo, por si este recurso desapareciera o cambiara de ubicación también lo he alojado en Cuaderno Ð Madrona, y está disponible en este enlace:
http://www.sociedadgeologica.es/archivos/geogacetas/geo46/art09.pdf
En
estas cuatro páginas se reproducen fotografías de superficie e
imágenes obtenidas mediante las técnicas de prespección
mencionadas, todas ellas referidas al contorno esta cavidad (dolina). A continuación
se reproduce una pequeña parte de este trabajo, con el propósito
de incentivar su lectura completa.
Objeto del estudio
Madrona es una localidad de apenas 500 habitantes situada en la provincia de
Segovia, 9 kilómetros al suroeste de la capital de provincia (Fig. 1).
Se asienta sobre rocas carbonáticas cretácicas (calizas, dolomías
y margas) buzando ligeramente al noroeste. Hacia el noroeste, estos materiales
están cubiertos por depósitos detríticos cuaternarios correspondientes
al río Milanillos.
La carretera provincial SG-P-7211 que une las localidades de Madrona y La Losa
atraviesa a su salida de Madrona el paraje de La Sima, lugar que recibe su nombre
por la presencia de una torca o dolina producida por el hundimiento del techo
de una cavidad kárstica (denominada Sima de Madrona o Sima del Moro).
Tiene forma circular, una profundidad de unos 7 metros y un diámetro
de aproximadamente 15 metros, y su interior está semicubierto por numerosa
vegetación.
Se encuentra justo en el margen de la carretera, rodeada de fincas y campos
de labor. La Sima está situada entre los arroyos de Riofrío y
Milanillos, cuyas aguas se infiltran en las rocas carbonáticas dando
lugar a un acuífero kárstico que circula pendiente abajo, en dirección
noroeste.
Las medidas de protección que se han tomado hasta la fecha consisten
en un vallado construido en el margen de la carretera a modo de puente, para
evitar caídas fortuitas, y el relleno con bloques de piedra del hueco
existente bajo el borde de la carretera, que es poco consistente. El grupo de
espeleología de Segovia hizo hace varios años una inspección
de la cavidad, y advirtieron la presencia del inicio de una pequeña galería
en la zona inmediatamente al noroeste de la dolina de carácter muy superficial.
Aún así, se sigue labrando en esta zona con maquinaria pesada
(tractores).
Imágenes cedidas por D. David Gómez Ortiz y D. Tomás Martín Crespo
Reflexión y propuesta
La reflexión es simple, oportuna y tiene forma de propuesta: en Madrona tenemos localizados y documentados dos asentamientos milenarios: uno, la necrópolis visigoda (o el nombre que les corresponda a quienes labraron esos sepulcros en caliza, y otra, la villa romana, cuya excavación se interrumpió sine die por motivos políticos que un día habrá que detallar.
Sabemos lo difícil que resulta en este país destinar dinero al conocimiento, debido a que, al parecer, el saber no les luce a los políticos que aprueban o niegan presupuestos. Lucen más los aeropuertos, el ave, los palacios de congresos, los memoriales... aunque supongan un desfalco permanente de las arcas públicas, con unas pérdidas y déficits que dan pavor, a tenor de sus datos económicos.
Tengo el convencimiento de que bien valdría la pena, si lo ha valido para nuestra entrañable Sima, pasar un georadar por estos parajes donde vivieron nuestros antepasados y conocer más de estos asentamientos.
No sé cuánto cuesta pasar un georadar, pero, dado que la tarea más costosa la hace una máquina o varias, no parece que suponga un obstáculo insalvable.
En la ciudad Complutum, en Alcalá de Henares, supimos durante la visita de la Semana cultural de 2015, que allí sí han pasado y repasado el georadar por toda su inmensa extensión y les había suministrado una información muy detallada y en extremo valiosa.
En el caso de Madrona es incluso más fácil porque no existen obstáculos de ningún tipo que dificulten o impidan esas prospecciones inmateriales y, además, hablamos de una superficie bastante reducida en comparación con la de Complutum.
* * *
Actualización:
Al poco de leer estas íneas, los profesores precitados se ofrecieron, mediante comunicación personal, a pasar el georadar sin retribución ninguna.
Sólo con pagar los gastos de la logística necesaria (desplazamiento, manutención, etc.) ellos lo harían gustosos.
Nacen muchas cuestiones ante este planteamiento.
La primera, y tal vez la más imprtante es: ¿qué hacemos después de pasar el georadar?
¿Tenemos patrocinadores que sufraguen los gastos de protección y prospección?
¿Divulgamos los resultados sin más...?
De momento se ha hecho nada al respecto.
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