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Paisajes entre nosotros. - Marzo de 2013. 5 -

Este año 2013 nos trajo un Edificio del Concejo con sus fachadas rehabilitadas.

Hay aspectos en esta rehabilitación que son opinables.

Como el granito del zócalo.

Le da un aire más moderno pero casa mal con la caliza.

El granito no se encuentra en nuestro término.

Los resaltes de los huecos de todas las fachadas otorgan al edificio una presencia muy agradable, de cierto rango.

Pero el destrozo estético y material que causan las compañías eléctricas no es opinable.

Así estaba antes.

También tiene enmarcados los huecos en todas las fachadas, pero apenas se perciben.

Con esta fisonomía ha permanecido desde que lo mandó construir el Ayuntamiento, presidido por D. Anselmo de la Calle Orejudo (Alcalde de Madrona desde 1945 a 1955) a unos albañiles de Martínmiguel a mediados del siglo pasado.

Podrían haber mantenido la línea de tonos que ya tenía.

Para cambiar algo hay que estar muy seguro de que sea para mejor.

Si nos fijamos, la cal de sus fachadas está como el primer día, salvo las salvajadas artificiosas que las personas le han infrigido.

Existe piedra caliza serrada para el zócalo, que hubiera consolidado el carácter de su idea original.

Menos es nada.

Opinable es el color elegido.

Vale.

No decimos nada.

Pero las compañías eléctricas no tienen ningún derecho a causar estos estropicios con sus tendidos, sus anclajes, sus cada vez más gruesas mangueras, sus cajas y armarios plantados en las fachadas de los edificios con total falta de escrúpulos.

Tanto los particulares como las instituciones se esmeran por conseguir resultados que a veces les encarecen las obras para después tener que soportar los estragos de las compañías eléctricas.

Y como parece ser que son intocables no hay quien les cuestione este pernicioso privilegio de hacer cuanto se les antoje.

¿Le consentirían esta barbarie a otros...?

Da un aspecto de atraso, de país tercermundista.

Se aprecia y agradece la retirada de contenedores de basura en esta fachada.

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