Más Ð Madrona

Cantos a perros I - Estampas de lo entrañable - 3 -

Bajamos de la torre porque allí sopla el aire frio y nos topamos con la Plaza de la Constitución. Nombre que no se mudó ni siquiera en la dictadura.

Nuestra gran Plaza, irregular y abierta de par en par.

Pongo esta foto porque me llama la atención, por así decir, este hecho:en la remodelación desmontaron La Piedra Filosofal, asiento acanalado que recorría toda la fachada oeste del Concejo.

Y en su lugar colocaron unos asientos más prácticos y más acordes con la nueva fisonomía.

Pero ésto sólo a criterio de quien lo decidió.

Si hubieran preguntado, todos hubieran preferido el inmemorial asiento de la La Piedra Filosofal a estos bancos.

El caso es que los bancos, por vandalismo, han desparecido enseguida, lo cual, por desgracia, también corrobora la tesis anterior.

Es triste constatar que, también en nuestro pueblo, lo público ha de construirse a prueba de delincuentes.

Nuestro Foro ha perdido su espacio de toda la vida..

Esta es la Calle de la Fuente, aunque, por sus dos fraguas (el taller de Militino y la fragua de los Sonlleva) y sus aguas, debería llamarse Calle del Agua y el Fuego.

En la derecha todavía podemos adivinar la antigua fragua, más tarde reconvertida en taller.

Sale de la Plaza de la Constitución y lleva a una plaza o ensanche en la que operaban tres pozos: un con dos pilones para abrevaderos de animales; otro con agua potable para llenar los cubos de las casas y, al final, el pozo cubierto para abastecer al depósito de la Calle Norte, del Barrio de Arriba y, al principio del todo, justo enfrente de la farola, una fuente construida en piedra, con agua cristalina habitada por peces.

Para acceder a su pilón de agua, ubicado bajo una bóveda de fábrica, disponía de una escalera de piedra.

Ahora todo está perdido, sepultado, aunque espero que las piedras permanezcan en sus sitios, a la espera de un rescate...

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