| ________Cuaderno Ð Madrona____ |
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Clamores
Clamor por el Río Milanos
¿Qué te han hecho Río Milanos?
¿Cuánta es tu vergüenza que no te muestras?
¿Cuál es tu afrenta
para encubrirte bajo la maleza en uno de los tramos más bonitos y de
nombre más brillante de tu curso?
Fuiste el caballero más distinguido y de mayor fama de Sotopalacios: admirado, pródigo, respetado, abundante.
Ni en los estíos
más severos nada ni nadie logró achicarte; siempre te
creímos poderoso e invencible.
Siempre un gran río.
Hoy has perdido la conexión
con la luz, con el viento, con el sol, con la pradera, con los fresnos,
con los espacios abiertos que te ensalzaban simplemente con mostrarte
en tu ser natural.
El sol ya no calienta tus remansos, ni la luz resalta los destellos cristalinos de tus ímpetus.
Ya no juegas, ni tus corrientes
ofrecen ya ningún juego.
Nadie acude a verte;
nadie se puede bañar en tus honduras.
Ya no suenas.
Me asomo entre la maleza
a tu cauce y no te reconozco.
Tu ser se ha ido y sólo
queda tu cáscara deformada.
No quiero recordarte
como te he visto hoy.
Quiero mantener grabadas
las imágenes de disfrute en tus bodones; de toda la fauna que
habitaba en perfecta armonía en tus corrientes y remansos: los
enormes peces y culebras, los mejillones amarillos de río, los
cangrejos de cieno
Quiero mantener a salvo
la algarabía de las pandas de adolescentes; con sus miradas,
con sus toallas, con sus fiambreras, con sus risas, con sus colores,
con sus tertulias a la sombra bajo la copa de los fresnos, con sus juegos
en las praderas siempre verdes.
Con su balón-prisionero.
Con las carreras por el pañuelo.
Primero te robaron el
nombre. Cómo se puede robar el nombre a un río de tu abolengo,
dieciocho siglos después de tu nominación
A ti, que surges en la
cumbre del Guadarrama, en lo más alto del Puerto de Pasapán.
A ti, a quien rinden
tributo arroyos de renombre.
A ti, cuyas corrientes,
desde tiempo inmemorial, han movido piedras e ingenios de molinos harineros.
A ti, elegido por los
patricios romanos (Rivum de Milanos o Río de Milanos)
para levantar en tus fértiles vegas los enclaves y villas de
Madrona, Bernuy de Ríomilanos, Castillejo y Torredondo.
A ti, del que cada arquitectura
de un conjunto de puentes expone de forma incontestable tu rango y dignidad.
A ti, que disponías
de tus manantiales propios siempre dispuestos a resarcir cualquier mengua
de caudal.
No fue un robo de nombre,
fue peor: te asignaron en el S.XIX un sufijo diminutivo. Los diminutivos
pueden ser cariñosos, pero en un río de tu categoría
sólo se puede entender como una humillación.
Sin embargo, salen al
encuentro de tu verdadero nombre las poblaciones de Fuentemilanos, que
debe su denominación a varios arroyos y fuentes, algunos en su
día de aguas constantes, que desde su término abastecieron
al río Milanos: Arroyo del Horcajo, Arroyo del Barranco Grande,
Arroyo del Parral, Arroyo de la Dehesa, Fuente del Cañuelo, Fuente
de la Tolla
Y de Bernuy de Ríomilanos,
a cuyo nombre, bernuy se le atribuye un significado de valle de aguas
o lugar de aguas y zarzas.
Estos nombres no los
pudo cambiar el ingenioso cartógrafo en su cubil o el político
zote en su despacho, por eso dan fe de la identidad que te corresponde.
Para mí siempre
serás el Río Milanos, e intentaré resarcirte de
tanto menoscabo, con el empeño de que retornes a cuyo es.
Con todo, lo que más duele de estos destrozos, de nombre y de río, es que los hemos causado nosotros.
En consecuencia, evitables, debido
a su artificialidad.
Tantos siglos aportándonos recursos y ahora, tras miles de años de existencia en armonía y generosidad, quedas devastado por nuestra acción.
Lo llaman causas antrópicas.
El futuro de alguien que destruye lo que necesita está escrito.
Sólo es cuestión
de tiempo.
Pero estamos buscando agua y vida en otros planetas.
Algo que nos informa de que éste,
la Tierra, ya lo damos por perdido.
Puede que los humanos
vayan devorando un planeta tras otro, si le dan tiempo.
No es por afligirte,
pero así están las cosas.
Hoy algunos de las generaciones
de Madrona próximas a la mía me preguntan qué es
y dónde está Sotopalacios.
Yo para este panorama sólo tengo un descriptor, y una sensación: desolación.

Bodón de Los Puentes (en
la actual carretera SG-724, antigua N-110), en el verano de 1970 aprox.
Mi primo Javier se dispone a saltar de cabeza desde nuestro trampolín de piedra, mientras yo espero mi turno.
En este bodón aprendimos a nadar varias generaciones.
Mantenía buen caudal hasta ya bien entrado agosto.

Mismo bodón y día con mis primos Araceli, Luis y Javier Pastor Ayuso.
Mi tío Felipe Pastor Cañas era de los pocos que tenía cámara de fotos.
Con carretes en blanco y negro, por supuesto.
* * *
Las imágenes que siguen son del día 11 de julio de 2021.

Unión de los ríos Frío, a la izquierda y Milanos, a la derecha, en el paraje de Sotopalacios.
El primero sin caudal y el segundo con apenas unos restos.

En esta imagen se puede apreciar el nivel que debería alcanzar el caudal.
Durante siglos, el agua llegaba hasta el mismo tronco del árbol, y su entramado de raíces permanecía sumergido incluso en el estío.

Apenas sobrevive en una maraña de maleza, ya sin fauna y sin recursos, con el agua en estado aproximado a la putrefacción.

Esta imagen reitera lo del nivel del caudal.
El volumen de agua perdido es considerable, aun teniendo en cuenta que el anchor del cauce se ha reducido por la vegetación.

Parcial de Sotopalacios.
El río Milanos, a la izquierda oculto por la vegetación descontrolada.
* * *
© Fernando Ayuso Cañas. Julio 2021.