Ex guateque de Vicente Rodero

 

No recuerdo si tuvo nombre en inglés o sólo éste.

Fue promovido por Vicente Rodero Durán, Ricardo Sonlleva y otros.

Estuvo justo a la vuelta de éste, en otro edificio creo que de Vidal.

Local muy limpio, saneado y con buena música que tuvo una vida más bien corta porque empezó mucho más tarde y apenas disponía de panda de chicas equivalente; problema también muy acusado en otro guateque de la calle Serafín, el Cosmos DC.

 

 

La casa de Olimpia de las Heras, en otro de los remetidos característicos de las calles de Madrona, que crean cuellos de botella y hacen picos de sierra en sus líneas y aceras.

En su actualización dejaron este zaguán tan práctico. Los muros siguen siendo los originales, de extraordinario grosor, aunque no logran evadirse de la humedad ni siquiera en este terreno, que es lastra.

 

 

 

Edificio de dos viviendas de la familia Laura Bernardo Heredero y Fulgencio del Pozo Ayuso (Tato).

Reemplazó a unas antiguas instalaciones agrarias y, como esta fachada tiene enfrente el adargue de la misma calle, adquiere no sólo vistas y luz, sino majestuosidad.

Esta zona, con las construcciones nuevas, restauradas o históricas, como la que sigue, ha adquirido una fisonomía agradable, bonita y en concordia con el entorno.

 

 

 

Vivienda originaria de Daría Miguel Bravo e Inocencio Santos de Frutos.

Una familia muy entrañable y querida en Madrona.

Esta edificación es única aquí, y recuerda las de los arrieros de otros pueblos de Segovia por sus huecos adintelados en granito, habituales en las familias de arrieros de Sangarcía, Eteros, Cobos, Bercial... (los pueblos de por allá abajo, que decía mi padre, o los pueblos de la vanidad, que dice el refrán).

No tenemos ninguna otra parecida.

Se trata de un edificio agrario muy potente en su construcción, con una buena mampostería descubierta, que ha sido restaurada respetando escrupulosamente su configuración original.

Los tres soportes en caliza sobre su entrada principal nos informan de un posible pórtico en su construcción original.

Si hubiera que situarla en una clasificación de calidad y belleza, estaría en lo más alto.

Ahora la disfruta, muy bien actualizada, la familia de su nieto Vicente Ayuso Santos.

 

 

En primer término, a la izquierda, la vivienda de Lucía Sacristán Sanz y Filiberto García Cañas, a la que Lucía siempre tuvo bien adornada de plantas y flores.

Lindera, la que sigue en el siguiente cuadro; y, enfrente, un bloque de pisos levantado en antiguas cuadras o pajares.

 

 

Este edificio nuevo que ahora tiene dos plantas y varios huecos, fue la vivienda y tahona del matrimonio de Lucio Fernández García y María Pérez Valverde (de Valseca).

Coexistió esta tahona con otras que hubo en Madrona.

Ahora es de su nieta Belén Otero Fernández y sigue siendo una casa grande, con otra fachada a la calle de San Antonio.

Belén ha optado por un estilo cuya inspiración desconozco, pero moderno y con el arco como único apunte de castellanía.

Para gustos se hicieron los colores, y este espacio, aún siendo reducido, da buena cuenta de la disparidad de estilos, alturas y colores.

Cada propietario va por su cuenta.

 

 

 

Adarve de la Calle Riofrío

 

Vivienda originaria del matrimonio Julia Martín Cañas y Félix Bernardo Ayuso, Félix El Lechero.

Se trata de una gran casa agraria con varias edificaciones, corral... que se mantiene íntegra.

Su orientación es inmejorable por cuanto su fachada sur se abre al antiguo corral, ahora patio y jardín.

Los actuales propietarios realizaron una actualización con la que incluso mejoraron el original.

Todo un acierto con el que gana el entorno, el propio inmueble y quiénes no son insensibles a estas cosas.

En su umbral tiene la mitad de una gran piedra circular de granito, procedente de un antiguo molino de cereales.

 

 

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