Patrimonio arquitectónico

Calle de la Fuente (para mí es la Calle del Agua y el Fuego)

La Calle de la Fuente es la que más recursos hídricos ha concentrado en todo el pueblo.

El nombre lo toma de una fuente de obra, bien equipada de piedra labrada, con una bóveda con dovelas en piedra que protegía la pila, con escaleras a ambos lados y con una gran capacidad de almacenaje.

Situada enfrente de lo que hoy el el bloque de pisos construido por Cipriano Sancho en 1983.

Ofrecía un agua puro y muy agradable de beber. Su diseño favorecía el llenado de los recipientes de forma fácil y rápida.

En ella vivían peces, tal vez traídos por las aguas filtradas del río.

Seguido a esta fuente, a escasos metros, se encontraba un pozo abierto, con brocal muy amplio, también para servicio del pueblo.

A continuación de éste, otro pozo, cubierto, abastecía a los pilones para ganados (uno para ovejas y otro para ganado vacuno y caballar).

Y unos metros más hacia adelante, en línea recta, con los anteriores, el pozo con edificio circular que albergó el motor utilizado para abastecimiento de la red general, que prestó inestimables servicios, con sorpresivas y dolorosas interrupciones, hasta los años 90, aprox.

Como vemos, esta calle, debería tener el nombre de Calle del Agua.

Ninguno de los manantiales nombrados se secaba en ninguna época del año.

El agua sobrante de la fuente atravesaba por debajo de la carretera, mediante una canalización, y afloraba en una nueva fuente, pequeñita pero respetada, enfrente de la casa de Paulino López y Resure Prieto.

El agua sobrante recorría la cacera que pasaba por delante de la casa de Germán Bernardo y Honesta Fuentes y vertía sobre el Prado del Lugar.

De otra parte, el Río Frío conformaba y cerraba la plaza hasta los puentes sobre la carretera SG-724 (antigua Nacional 110, Soria-Plasencia).

Calle del Agua y el Fuego, debería llamarse, por la última fragua de Madrona, el taller de Maurino, que proviene de las antiguas fraguas de los hermanos Solleva-Rodríguez, y también por el taller de Militino, de los que salían chispas constantemente procedentes de las radiales, soldaduras y deslumbres catódicos a los que no se debía mirar sin careta...

Rótulo izquierdo con falta de ortografía.

Aquí se ve el enfoscado original de la casa de Miguel Ángel.

Para que no desaparezcan de la memoria, podemos relacionar todos estos elementos hídricos de servicio público permanente:

- la Ex Fuente de Piedra

- el Ex Pozo Abierto

- el Ex Pilón de ganados

- el Ex Pozo de agua sanitaria

Edificio de los Bernardo referenciado en Plaza de la Constitución.

Esta es su fachada Sur, que inicia esta calle.

Esta es la fachada Oeste de la casa originaria de Isidora Antón Vara y Bonifacio Sonlleva Rodríguez, ahora de su nieto Miguel Ángel Sonlleva de la Calle.

Reiteramos el buen hacer de los albañiles en la primera mitad del S.XX, a la hora de levantar mampuestos para ser enfoscados.

Casa de Jose Martínez Miguelsanz y Cristina Heredero construida en una mitad del solar que un día ocupó la de Eustaquio Ayuso y Manuela García, padres de Seberiana.

En origen fue una casa agraria con gran superficie, corral, cuadras...

Esta de Jose apuesta por un estilo sencillo, de claridad y de buena construcción, modelo del que tenemos varias muestras en nuestro patrimonio.

Ex Fragua de Ricardo Sonlleva Rodríguez

Ex Taller de Maurino Martínez Zurdo

Desde la farola a la derecha.

La fragua se inicia con Ricardo, hermano de Bonifacio, también herrero, del que pasa a su hijo Agapito y después, ya convertida en taller de cerrajería, a su yerno Maurino Martínez Zurdo.

Hay que señalar que en algunos documentos de 1860, ya figura un tal Lucas Sonlleva Sastre, con la profesión de herrero, por lo que se puede afirmar que este apellido tiene una larga tradición en este oficio.

Con la nueva construcción, ha quedado este aspecto tan agradable y cuidado, tal vez con añoranza de un nuevo taller...

Casas de las familias de José López Rojo y Carmen Ramiro Hurtado, la primera por la izquierda, y de Cipriano Sancho Bernardo y Priscila Migueláñez Mateos, la esquinera.

Ambas se conservan actualizadas en parte e íntegras.

Líneal de traseras de viviendas que dan a la calle Segovia.

En primer término, Casa de Álvaro Piñuela Ayuso.

Después, el bloque de pisos construido por la familia Sonlleva - Cubo, después el de la familia Sancho Bernardo - Migueláñez Mateos.

Al fondo, la Plaza de la Constitución.

La Calle de la Fuente recibe aquí, como si de un premio se tratara, una gran ensanche que la abre al campo de par en par.

Este espacio contiene, oculto, el pozo que abasteció a la población hasta el nuevo sondeo actual.

Ahora está reconvertida en parque infantil, con las escuelas al fondo.

La vereda que la atraviesa es la que lleva a La Alcantarilla, para cruzar la carretera sin peligro ni esfuerzo.

La calle vuelve en ángulo recto hacia la izquierda, dando la espalda al río.

Ex Pozo de agua sanitaria

En esta foto genérica, vemos señalizado el enclave exacto del pozo de agua que abasteció a la población durante más de cinco décadas.

Es el único rastro que queda de todos los elementos relacionados con el agua que poseyó esta vía, asentada sobre un subsuelo rico en corrientes y manantiales y lindera al mismo Río Frío.

Bar El Pilón

Vista, antes de cruzar el Río Frío, de este establecimiento, construido por Felipe Fuentes Matute y Paula de Miguelsanz Marinas en un solar anteriormente agrario.

La planta de arriba pertenece a una vivienda independiente.

La orientación Suroeste de su fachada principal le hace propicio para el terraceo al sol.

La fachada combina muy bien el ladrillo castellano y la piedra caliza, con lo que se logra un estilo bonito y permanente sin apenas mantenimiento.

Ahora de otros propietarios.

plazas y calles

Calle de la Iglesia