| ________Cuaderno Ð Madrona____ |
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Patrimonio arquitectónico
Calle de Cantarranas
Esta calle, orientada a Poniente, es la que mejores vistas y sol tiene y la que más trasiego de vehículos soporta.
Hasta este año (2018), se mantiene con mala pavimentación y, dado el intenso tráfico, los peatones apenas tienen espacio para caminar con holgura y seguridad.
Debido a la falta de ordenación constructiva por parte del Ayuntamiento de Segovia, alberga edificaciones dispares en dimensiones, diseños, alturas...
Esta falta de normalización ha supuesto, como en tantos otros lugares, la pérdida de una gran oportunidad para crear belleza y armonía (y por tanto valor y revalorización) en una calle tan significativa para este pueblo.
No es que las estéticas estén mal, cada una en su estilo es perfecta, pero, claro, a la vista está que cada cual ha ido a su bola...
El nombre se debe a que mira hacia el Prado del Lugar (La Mancha), desde el que se propagan los sonidos del croar de las ranas del Río Frío, que cruza y baña este prado.
Ex lavaderos populares
Pegados a la pared de La Mancha (ángulo izquierdo inferior), hubo unos lavaderos populares pero a la intemperie, sin techumbre.
Se trataba de una gran pila en obra de ladrillo enfoscado cuyo borde estaba a ras de suelo y a partir de ahí las mujeres colocaban sus banquillos y sus tablas.
Una entrada para el caudal limpio y una salida para el agua usada.
La construcción se encontraba tan desamparada que el deterioro y la suciedad pronto disuadieron de su uso.
Los lavaderos populares que han perdurado hasta nuestros días están construidos en piedra, vaso incluido, con tejado, para poder utilizarlos en climas adversos y amplios.
Pared de La Mancha
Histórica pared muy bien construida siendo alcalde Maximiliano de la Calle Santos.
Pertenece a la Dehesa Boyal de Madrona.
Este es el inicio de la Calle Cantarranas, que parte de la calle Segovia y une dos carreteras la N-110 y la SG-724 (antigua N-110).
Casa originaria del matrimonio de Eduarda Bravo Ayuso y Ángel del Pozo Palomo (hijos: Victoriano (Anete), Octaviano, Angelín, Concepción (Conce), Amparo, Bernardina (Berna) y María).
Véase Genealogías, en El Soportal.
Después de Concepción y ahora (2023), de un familiar.
Reformada e íntegra.
Con su dos poyos para aprovechar el buen tiempo o el fresco de las noches veraniegas.
Bloque de viviendas construidas en propiedad original del matrimonio Francisco García y Gregoria Miguelsanz.
Después del matrimonio Fernando García Hernanz y Paquita García de Miguelsanz.
Ahora reconvertido a pisos. (Varios propietarios: las hermanas Soraya y Elena Bernardo, entre otros).
Adarve de Cantarranas
Los adarves en Madrona no son muy frecuentes, pero algunos hay.
Este tiene forma de L y resulta muy útil para dar servicio a varias construcciones que veremos ahora.
Adarve de Cantarranas
Vivienda de los familiares del matrimonio de Fernando García Hernanz y Paquita García de Miguelsanz.
Adarve de Cantarranas
Vivienda de Lucía García Sacristán y Boni, que mira hacia la torre de la iglesia y que vemos en la siguiente imagen.
Adarve de Cantarranas
Vista del otro tramo.
Veterana casa originaria de la familia de Serviliano Sonlleva Antón y Carmen de la Calle Santos.
Casa grande e íntegra, pero sin actualizar su exterior.
En su flanco izquierdo tuvo un pozo artesiano pegado a la pared, lo que indica la posibilidad de que el espacio lindero, el de la casa de Ángel Sacristán y Berna del Pozo Bravo fuera en origen de un mismo dueño.
Vivienda de la familia de Julio González de Miguelsanz y Candelas, construida en una segregación de la propiedad original de Isidro González Manso y Trinidad Miguelsanz Ayuso.
Construida a finales de la década de los 80 por el mismo Julio.
En primer término a la izquierda, casa de Pacita Rincón, construida en el corral que antecedía a la de su padre, Julián Rincón Bravo.
Lindera a ésta, la de Abel Bravo Rincón, construida también en el corral que antecedía a la de sus padres, Paco Bravo Casado y Leonor Rincón de la Puente.
Detrás de estas dos nuevas se mantienen las viejas.
Lindero a ella está la parte segregada de la propiedad de Isidro González Manso y Trinidad Miguelsanz Ayuso, para su hija Purificación, que conserva la antigua vivienda.
Me cuenta Abel que en el subsuelo de estas dos casas de los Rincón, pudo haber un cementerio, por cuanto al cavar en el suelo, enseguida aparecen huesos humanos.
Y no pocos.
Otro arcano para Madrona.
Ex Construcciones González
Uno de los bloques de pisos pioneros en Madrona, cuando dejaban levantar hasta tres plantas.
Construido a finales de los 70.
Tal como indica el cartel de la derecha, en sus bajos estaban las oficinas de esta empresa.
Casa de Araceli García Sacristán.
De las pocas que tienen escudo, aunque moderno, en su fachada.
Casa veterana de Felicísimo García de Miguelsanz y Águeda Otero de las Heras, construida en una segregación de la de los padres de él, Santiago García Llorente e Isabel de Miguelsanz Ayuso.
Construida hacia 1975, mantiene su aspecto original indeleble.
Secuencia que ahora veremos con más detalle.
En primer término casa de Angelines Ituero Antona y Santiago.
Colindante la de las hermanas Águeda y Nuncia Ituero Álvaro.
La siguiente, bajita y blanca es donde vivieron Marcelino Pascual e Isabel Sanz (El Tío Marcelino y la Tía Isabel) y que hoy es prácticamente un solar.
La última, y nueva, es la de Sevita González Ituero, construida en el solar de la que fue de sus padres Felisa y Plácido.
Esta es la casa magníficamente restaurada por Angelines (y Santi), que fue de sus padres Metodio Ituero Garcillán y Felipa Antona Moreno.
Tanto ésta como la siguiente, de nueva construcción, derivan, o son segregaciones de la original, propiedad del matrimonio de Bernabé Ituero Casado y Juliana Garcillán García.
Viviendas de las hermanas Águeda (Félix) y Nuncia Ituero Álvaro (Jose).
Con un concepto completamente diferente, toda la superficie de su fachada está revestida de piedra natural perfectamente combinada y colocada.
Esta es la casa de Sevita González Ituero, construida desde cero, creo que en el año 2008, en el lugar que un día ocupó la de sus padres, Plácido González Marugán y Felisa Ituero Barrio.
Es la última de esta calle.
Su estética es sencilla pero no simple.
La acertada combinación de sus suaves colores transmite armonía, limpieza, serenidad, belleza y consistencia.
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