________Cuaderno Ð Madrona____

   

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Patrimonio arquitectónico

 

Calle San Antonio 1

 

Esta es la calle más larga, y, en consecuencia, una de las más veteranas y concurridas, aunque, como todas las de Madrona, de trazado irregular en todos sus tramos.

Partimos desde abajo hacia el camino de La Lastra, que es a dónde va o de dónde viene, según se mire.

En dicho camino están los depósitos de agua, el antiguo y el nuevo y llega hasta la Pared del Monte.

Es la única en Madrona que está dedicada a un nombre propio, en este caso un santo con mucha prédica en el santoral católico.

Aquí, en Madrona, hubo, y no sé si se sigue la tradición, muchas familias que recurrían a San Antonio de Padua, cuando alguien de la familia había extraviado algún pequeño objeto.

La única condición requerida es el de haberlo buscado y no dar con ello de ninguna manera.

Entonces, quien estuviera al cargo de este cometido, le dedicaba unos rezos y una limosna a San Antonio y el objeto aparecía.

Yo he recurrido muchas veces a este ritual y puedo dar testimonio de que funciona en los términos que hemos explicado.

De otra parte, San Antonio tiene dedicada aquí una cofradía cuyo origen y motivación fue la de socorrer a las personas más necesitadas en lo que a la alimentación se refiere.

Esos tiempos ya no existen, pero la cofradía se mantiene, incluida su fiesta propia, la segunda en importancia.

Se fundó siendo D. Anselmo de la Calle Orejudo alcalde, que materializó, por así decir, una devoción popular muy extendida en toda la provincia de Segovia.

 

 

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Vivienda veterana propiedad del Matrimonio Beatriz García Cañas y Frutos de la Calle de Castro.

Ahora de su hijo Andrés.

Con ella se inicia esta calle y también su otra fachada la de Riofrío.

Su serigrafía aguanta bien el paso del tiempo, aunque no ocurre lo mismo con el zócalo, que presenta un problema muy extendido en Madrona con casas veteranas.

Se trata de las humedades.

 

 

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En el lado izquierdo están las casas de Feli Cañas de la Calle y Antonio González, la primera, y después la de Goyi Sánchez del Pozo y Arturo de la Calle García.

A continuación la de Paco de la Calle y Feli Bernardo.

Este tramo ha experimentado una mejoría arquitectónica impensable en otros tiempos.

Es algo que, por fortuna se repiete en muchas calles y entornos de Madrona.

 

 

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Ex Parada Equina de Félix de la Calle Orejudo
(Casado con Felisa de Castro Hernando, 6 hijos y 3 hijas)

 

Durante varias décadas del S.XX, (hasta 1962, aprox.) la parada equina de Madrona ocupó varias edificaciones de esta gran casa agraria.

La parada equina, establecimiento de inseminación natural, prestó buen servicio a una agricultura cuya fuerza motriz era la del ganado vacuno y caballar.

Ésta contaba con varios sementales de distintas razas.

En la actualidad, creo que sólo el Ministerio de Defensa mantiene algunas de las numerosas paradas equinas que tuvo.

Esta es la actual casa que en su día edificara Saturnino García Salamanca por encargo de Francisco de la Calle de Castro y Asunción Sánchez Bravo, lindera con la de Arturo y Goyi.

Si hoy la pudieran ver, puede que no la reconocieran, porque el benjamín de la familia, homónimo del padre, le ha aplicado tal repaso que no ha dejado títere con cabeza.

Y ha aprovechado esta reforma para dejar huellas indelebres de su gusto y de su manera de hacer las cosas, para lo cual también ha contado con la ayuda, directa y sacrificada, de su esposa, Feli Bernardo.

También, en la medida que fuere, con la de Jorge y Roberto, sus hijos.

He tenido el privilegio de presenciar el avance de la transformación, en la que Paco se ha dejado, no ya sólo una gran inversión, sino sus uñas y su piel, porque ha ejercido más oficios de los que el nunca hubiera imaginado.

Hay una forma de hacer las obras y reformas que es la del encargo.

Es la normal.

Y hay otra que es la de encargar a otros profesionales sólo lo que a uno le es imposible hacer.

En este caso, por tanto, se trata de echarle decisión al asunto (vamos a llamarlo así), ponerse al tajo y manejar las herramientas uno mismo.

Y como es consustancial a las obras el que surjan más tajos de los previstos, y en esta modalidad más aún, con ellos llegan quebrantos, esfuerzos, luchas, tensiones, desesperos, horas de trabajo ocultas... y todo ello al por mayor. Una obra como esta, de restauración, en la que se respentan muros y huecos originales, es infinitamente más complicada que las construcciones que parten de cero y, por tanto, constituye una prueba de las grandes.

Pero esta es la forma elegida por Paco.

Y no es la primera que supera con éxito.

Doy fe, y cuántos han visto la casa por dentro, que sus esfuerzos han sido bien recompensados.

Ha conseguido una vivienda bonita, elegante, acogedora, con una combinación de piedra y abundante madera, muy práctica, desahogada, y todo con materiales de primera calidad.

Ventajas de implicarse en cada detalle y en toda la cadena de construcción.

Quiero resaltar otro aspecto muy importante a propósito de este tipo de casas.

Sólo quedan en Madrona poco más de una docena de de las antiguas casas de labradores que mantienen sus instalaciones y espacios originales.

A las demás las han reconvertido en bloques de pisos.

Con lo cual, el disponer de una casa así, lo podemos considerar un privilegio.

Un día habrá que dedicarles aquí un monográfico.

 

 

 

La casa de la derecha es la que ocupó el matrimonio Emilia Miguelsanz García y Medardo Bernardo Herranz (5 hijos).

Hoy se mantiene igual.

Su fachada contiene buenos sillares de caliza y un paño de esgrafiado que han resistido perfectamente el paso del tiempo.

Y esto aquí, con el clima que soportamos, supone decir mucho.

La blanca de la izquierda es la de Mauricio Sacristán de las Heras, diseñada, a mi entender con buen gusto, construida en lo que fue el patio de la de sus padres, Mariano y Olimpia, cuya casa da, en su fachada principal, a la calle Riofrío.


imagen pendiente de incorporación

Ex Tahona de Leandro Bernardo

Este bloque de apartamentos sustituyó a la que en su día fue la Tahora de Leandro Bernardo Gómez y Priscila Bernardo, cuya actividad abarcó varias décadas, incluidas las de la venta de hogazas cuyo pago se hacía utilizando la tarja.

 

 

Esta es la de Ignacio Pérez Bernardo, que ha elegido otro estilo diferente al anterior, y que a mi me recuerda a las casas pirenaicas.

Hace mucho contraste por el tejado de teja negra y la piedra del mismo color para la primera planta, pero como es pequeña, parece como un capricho.

Ignacio también se ha implicado en cada parte de la obra.

En consecuencia, esta casa también tiene mucho contenido personal suyo, además del diseño.

Sólo he visto la planta baja, pero incorpora soluciones prácticas en cuanto al espacio muy interesantes.

Antes aquí había una cuadra o un corral en completa ruina (derrotado, como decían en el S.XV), con lo que la plaza ha ganado mucho con esta aportación.

 

 

 

Casa originaria de María del Pozo Bravo y Marcelo Sánchez Bravo.

Rehabilitada por su hija Mª Elena (y Ángel Mañas) en 2009, conserva toda la piedra original que ahora se muestra con la que su estética, y su mantenimiento, salen ganando respecto su enfoscado anterior.

Se integra maravillosamente a un entorno en el que realiza una gran aportación de belleza y armonía.

Otro gran acierto.

Las mangueras de cables son una peste que se extiende por doquier y contamina todo.

De las aceras de Madrona ya hablaremos otro día, si eso...

 

 

Lindera a la de Elena, permaneció tan tranquila durante muchas décadas, la casa del Tio Flores, Florentino López Sanz y de La Tía Martina, Martina Herrero Martín, padres de Águeda de Amós, Arcadia, Plácido, Manolo y Juan.

Después la tuvo Luis, El Callista, de Segovia, pero este inmueble ya no existe.

En su lugar se ha levantado el que sigue...




 

Nuestra convecina Fuencisla González Ituero ha cambiado de casa, de calle, de barrio y de enfoque de vivienda.

De un piso en Cantarranas, muy bueno, a una fotaleza como ésta.

De la anterior del Tío Flores y la Tía Martina apenas se ha podido rescatar alguna piedra caliza.

La que vemos se construyó en 2017.A Fuencis también la gusta la caliza y ha tenido la gran suerte de poder diseñar y conseguir su casa ideal con este tipo de piedra.

Y además construida por sus hermanos Antonio y José Luis.

La casa se alarga más, porque también ha renovado lo que antes era corral, en el que ha levantado lo que ella llama ábside, un mirador acristalado también en piedra que mira a la sierra, es decir, al mediodía.

La reconversión de los corrales en amplios patios con buenas paredes y bien enlosados, aportan a estas viviendas un espacio que es todo un lujo de desahogo y disfrute, además de un espacioso edificio destinado a garaje y almacén.

Con esta última construcción todos hemos ganado, porque este entorno, renovado casi al 100% con las casas que hemos nombrado y las que vienen, ha quedado precioso.

Esta fachada exterior da a la Travesía de San Antonio, también con excelenes vistas.

Y esto supone que, además de disfrutarlo en el día a día, se revaloriza constantemente, algo que no ocurre con otro tipo de construcciones.

Como a todos los que se han preocupado por embellecer no sólo su casa sino el pueblo, les doy la enhorabuena y les deseo muchos años de salud para disfrutarlo.

 

 

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